Querido Buenos Aires, hoy te miré al pasar y casi no te conozco. A pesar de ser el mismo y estar en el mismo sitio, tus cosas se ven diferentes. Tus calles están mas viejas y mas rotas, la piel de tus edificios se fue descascarando y de las ventanas de sus ojos caen lágrimas de papeles arrugados y de hollín.
El cielo nublado de hoy, empañado del polvo de tus veredas destruidas y del humo tóxico de la vida, te ha puesto un sombrero gigante que te esconde de la luz.
Estás opaco y triste Buenos Aires; los caminos de piedra de tus calles parecen mas angostos y mas llenos y lo triste es ser consciente de que no sos vos el que ha cambiado sino, el maquillaje de tu alma antes colorida, despreocupada e informal, atemporal y polifacética.
Es la gente que te anda - la que te deja marcada en el vestido las huellas de su desesperanza y su rutina-.
Es la bendita gente de todos los credos y colores con pasaporte ambiguo de libre entrada a tu cuerpo...la que ya no se destaca como antes. Cuando el deportista negro y alto te decoraba con su equipo llamativo y sus zapatillas caras; cuando el hippy no pasaba inadvertido revoleando su melena al viento y hamacando su mochila de telar llena de sueños rebeldes y bohemia. Y las mujeres hermosas y porteñas desfilaban con vestidos elegantes y perfumes importados desparramando fantasías por doquier.
Y los cabecitas andaban contentos y cantaban,- porque algo todavía tenían-. Y los hombres marchaban masculinos y sobrios enfundados en sus trajes, combinando los colores, regalando sonrisas... Y los linyeras eran menos.
Ahora todos se visten parecido, se está palpando la pobreza. Ya son pocos los que se cuidan del detalle y del toque personal. En el Arco Iris de tus días se ven amarronados viejos, verdes desteñidos, grises arrugados, lanas apolilladas, cabellos desprolijos, zapatos sin lustrar... Y todo eso lleva el mismo rasgo distintivo; una mirada perdida, un par de surcos marcados en la frente, un andar automático y abúlico y una carrera contra el reloj y contra nada.
Querido Buenos Aires : A vos que tenías la alegría de lo inconsciente, la euforia de las noches eternamente luminosas, la magia del cartel de ABIERTO LAS 24 HORAS....
Hoy te ganaron los pibes que abren las puertas de los taxis, los grandes que manguean en los trenes, los puestos ambulantes que te tiran las cáscaras, los de la clase media preocupados y tristes, los adolescentes vacíos y sin metas, las patotas del ocio y la violencia, las mocosas agresivas y audaces, los maridos quejosos y aburridos, las amas de casa cansadas y sin sueldo, las esposas independientes y superadas, los viejitos que duermen en las plazas, los provincianos que vinieron en busca del milagro y hoy te roban pedazos de techo........Ya no hay mas gente linda Buenos Aires; todos llevan la marca del descontento en el orillo.
Vos que eras mundialmente conocido como el Gígolo mas seductor de la vida nocturna...
Se acabaron las sonrisas espontáneas, se acabaron las ganas, se acabaron las pausas de café, los poetas, los soldados, tu juventud eterna, las pasiones, los ideales y los ímpetus.
Se borró tu bullicioso afán cosmopolita y al final....Te salió el Tango ¡
La gente está tan confundida y apática, que si en este momento apareciese de la nada un carismático de inteligente verborragia y diez centímetros de agallas, podría enviarnos a todos al infierno.
Buenos Aires ; hermosa, lujuriosa, brillante y personal. Te vestiste de impermeable gris como el invierno, cerraste las ventanas a este sol,angostaste tus calles en una mueca finita de amargura y te desnudaste de verdes. Te dejaste pintar las paredes con leyendas absurdas de grafitis, permitiste que te rompieran los nuevos maquillajes de la civilización, que te apedrearan los vidrios de los trenes, que te violaran la cabeza, el cuerpo y el alma..
Sos un Cristo - Buenos Aires _; ultrajado de reclamos urgentes, necesidades y broncas. Te contaminaste con todos los virus novedosos y caíste en la cuarentena de la desesperanza...
Andate ¡ Volate por sobre el obelisco,...escapate,...esfumate,...salvate Y dejanos a todos caminando en los Aires; pero olvidate de los Buenos
Llevatelos lejos, Buenos Aires.-
Manoushe
El cielo nublado de hoy, empañado del polvo de tus veredas destruidas y del humo tóxico de la vida, te ha puesto un sombrero gigante que te esconde de la luz.
Estás opaco y triste Buenos Aires; los caminos de piedra de tus calles parecen mas angostos y mas llenos y lo triste es ser consciente de que no sos vos el que ha cambiado sino, el maquillaje de tu alma antes colorida, despreocupada e informal, atemporal y polifacética.
Es la gente que te anda - la que te deja marcada en el vestido las huellas de su desesperanza y su rutina-.
Es la bendita gente de todos los credos y colores con pasaporte ambiguo de libre entrada a tu cuerpo...la que ya no se destaca como antes. Cuando el deportista negro y alto te decoraba con su equipo llamativo y sus zapatillas caras; cuando el hippy no pasaba inadvertido revoleando su melena al viento y hamacando su mochila de telar llena de sueños rebeldes y bohemia. Y las mujeres hermosas y porteñas desfilaban con vestidos elegantes y perfumes importados desparramando fantasías por doquier.
Y los cabecitas andaban contentos y cantaban,- porque algo todavía tenían-. Y los hombres marchaban masculinos y sobrios enfundados en sus trajes, combinando los colores, regalando sonrisas... Y los linyeras eran menos.
Ahora todos se visten parecido, se está palpando la pobreza. Ya son pocos los que se cuidan del detalle y del toque personal. En el Arco Iris de tus días se ven amarronados viejos, verdes desteñidos, grises arrugados, lanas apolilladas, cabellos desprolijos, zapatos sin lustrar... Y todo eso lleva el mismo rasgo distintivo; una mirada perdida, un par de surcos marcados en la frente, un andar automático y abúlico y una carrera contra el reloj y contra nada.
Querido Buenos Aires : A vos que tenías la alegría de lo inconsciente, la euforia de las noches eternamente luminosas, la magia del cartel de ABIERTO LAS 24 HORAS....
Hoy te ganaron los pibes que abren las puertas de los taxis, los grandes que manguean en los trenes, los puestos ambulantes que te tiran las cáscaras, los de la clase media preocupados y tristes, los adolescentes vacíos y sin metas, las patotas del ocio y la violencia, las mocosas agresivas y audaces, los maridos quejosos y aburridos, las amas de casa cansadas y sin sueldo, las esposas independientes y superadas, los viejitos que duermen en las plazas, los provincianos que vinieron en busca del milagro y hoy te roban pedazos de techo........Ya no hay mas gente linda Buenos Aires; todos llevan la marca del descontento en el orillo.
Vos que eras mundialmente conocido como el Gígolo mas seductor de la vida nocturna...
Se acabaron las sonrisas espontáneas, se acabaron las ganas, se acabaron las pausas de café, los poetas, los soldados, tu juventud eterna, las pasiones, los ideales y los ímpetus.
Se borró tu bullicioso afán cosmopolita y al final....Te salió el Tango ¡
La gente está tan confundida y apática, que si en este momento apareciese de la nada un carismático de inteligente verborragia y diez centímetros de agallas, podría enviarnos a todos al infierno.
Buenos Aires ; hermosa, lujuriosa, brillante y personal. Te vestiste de impermeable gris como el invierno, cerraste las ventanas a este sol,angostaste tus calles en una mueca finita de amargura y te desnudaste de verdes. Te dejaste pintar las paredes con leyendas absurdas de grafitis, permitiste que te rompieran los nuevos maquillajes de la civilización, que te apedrearan los vidrios de los trenes, que te violaran la cabeza, el cuerpo y el alma..
Sos un Cristo - Buenos Aires _; ultrajado de reclamos urgentes, necesidades y broncas. Te contaminaste con todos los virus novedosos y caíste en la cuarentena de la desesperanza...
Andate ¡ Volate por sobre el obelisco,...escapate,...esfumate,...salvate Y dejanos a todos caminando en los Aires; pero olvidate de los Buenos
Llevatelos lejos, Buenos Aires.-
Manoushe
1 comentario:
Hermoso, encontré tu encanto tan particular de escribir en estas letras. Un beso. Magda
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